Congresista Díaz-Balart pide detener la deportación a El Salvador del venezolano Gregory Sanabria
El joven, de 31 años, estuvo preso en Venezuela durante tres años y en el 2022 logró llegar a EE. UU. donde pidió asilo
El congresista por el estado de Florida Mario Díaz-Balart, del Partido Republicano, pidió a la Administración de Donald Trump detener la deportación del venezolano Gregory Sanabria, quien fue recientemente detenido por las autoridades migratorias de Estados Unidos.
«Envié una carta al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) expresando mi profunda preocupación por la reciente detención de Gregory Sanabria, un valiente preso político que pasó más de tres años en prisión, incluso en el infame centro de tortura de Maduro, El Helicoide», dijo Díaz-Balart en su cuenta en X.
«Durante ese tiempo, casi fue asesinado. Si regresa al régimen de Maduro, su vida correría grave peligro», agregó.
El congresista compartió en X la misiva dirigida a la secretaria de Estado, Kristi Noem, en la que le instaba a revisar el caso de Sanabria, quien fue detenido el pasado 12 de junio, según la organización estadounidense ‘Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo’.
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De acuerdo con la organización, Sanabria fue detenido cuando acudió a un control rutinario a las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), y actualmente se encuentra en un centro del ICE en el estado de Texas.
El hombre, de 31 años, se encontraba actualmente en Estados Unidos en búsqueda de asilo, según el diario Washington Post.
Sanabria fue arrestado en 2014 en Venezuela durante una protesta contra Nicolás Maduro.
En 2018, cuando aún seguía en prisión, opositores venezolanos denunciaron que Sanabria había sido golpeado y sometido a torturas o tratos crueles e inhumanos junto a otros presos.
Sanabria era estudiante de ingeniería informática en el Táchira y estuvo más de tres años encarcelado en El Helicoide.
Una fotografía del rostro del venezolano, con profundas heridas supuestamente atribuidas a estas prácticas, fue entonces ampliamente publicada en redes sociales. En el 2018 Sanabria salió de la cárcel.
En 2022, luego de una larga travesía que lo llevó a cruzar el tapón del Darién, llegó a la frontera mexicana, solicitó asilo, pasó la entrevista y entró a EE.UU.
Allí comenzó una nueva vida, en la que ya no era el estudiante, sino el obrero que trabajaba en labores de construcción o el reparador de aires acondicionados.
Por lo que Díaz-Balart sostuvo que «casos como el de Sanabria, y tantos otros con denuncias legítimas de persecución, requieren una revisión exhaustiva».
Juan Pappier, subdirector de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), aseguró a E que es un hecho que la deportación de Sanabria Tarazona lo situaría en una situación de vulnerabilidad.
“Existen sobrados motivos para creer que Gregory Sanabria puede ser sometido a graves abusos en Venezuela”, sostuvo. “Ha sufrido persecución por parte del régimen de Maduro y Estados Unidos debe protegerlo”, dijo.
Con información de Efe y El País
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