La controversia del ingreso universitario, ¿Democratización o golpe a la autonomía?
El ministro para la Educación Universitaria, Ricardo Sánchez, justificó la eliminación de las pruebas internas argumentando que su despacho ha recibido múltiples denuncias sobre supuesta “venta de cupos”.
El sistema de ingreso a las universidades públicas venezolanas se encuentra en el centro de una intensa controversia tras la decisión del Consejo Nacional de Universidades (CNU) de eliminar las pruebas internas y diagnósticas para la admisión
Esta medida, adoptada el 26 de junio, ha sido recibida con un “firme y categórico rechazo” por el movimiento estudiantil y las autoridades universitarias, quienes la interpretan como una “grave violación” a la “autonomía universitaria” consagrada en el artículo 109 de la Constitución.
Puede interesarte
La nueva medida: Adiós a las pruebas internas
La modificación centralizada implica que el ingreso será gestionado al 100% a través del Sistema Nacional de Ingreso (SNI) de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), un organismo que depende directamente del Ministerio para la Educación Universitaria.
Según el Ministerio, esta nueva disposición busca asegurar el derecho a una educación universitaria “gratuita y de calidad” para todos los ciudadanos y permitirá el acceso de 350.000 bachilleres este año, garantizando que el 100% de los cupos estén disponibles
¿Cómo Funciona el SNI Ahora?
Todos los jóvenes que finalizan el bachillerato, tanto en instituciones públicas como privadas, deben inscribirse en el SNI. El procedimiento exige crear un usuario, ingresar información personal, verificar antecedentes académicos y seleccionar las carreras deseadas9. Los criterios de asignación incluyen:
•Promedio de 20 puntos: Permite elegir libremente cualquier carrera y universidad como primera opción.
•Promedio de 19 puntos, los cinco mejores promedios de cada liceo público y los tres primeros de cada colegio privado: Pueden acceder a cualquiera de sus tres primeras alternativas.
•Demas opciones: Se consideran las capacidades individuales, así como las condiciones territoriales y socioeconómicas, otorgando prioridad a quienes provienen de zonas rurales, pueblos indígenas o presentan algún tipo de discapacidad.
•El Ministerio también adelantó que se abrirán carreras en áreas consideradas estratégicas, como ingeniería, salud y educación especializada.
La Justificación oficial es que está combatiendo la “Venta de cupos”
El ministro para la Educación Universitaria, Ricardo Sánchez, justificó la eliminación de las pruebas internas argumentando que su despacho ha recibido múltiples denuncias sobre supuesta “venta de cupos”.
Sánchez afirmó que esta decisión responde al principio de rectoría del Estado en materia educativa y no busca “cercenar la autonomía de las casas de estudios”. El ente gubernamental prometió que, de ahora en adelante, el ingreso estará basado en el mérito académico13.
Universidades en pie de lucha levantan la voz de la autonomía
El movimiento estudiantil y las autoridades universitarias han expresado su profundo descontento. La Universidad Central de Venezuela (UCV), una de las instituciones más emblemáticas, manifestó que la medida “elimina la potestad de las universidades de definir sus propios mecanismos de admisión”. Argumentan que sus sistemas propios de admisión “no son caprichos burocráticos, sino el resultado de décadas de experiencia académica acumulada”.
La UCV ha defendido su autonomía universitaria, consagrada en el artículo 109 de la Constitución, que le permite dictar sus propias normas de gobierno y funcionamiento. Además, recordó que la Ley de Universidades (Artículo 26) otorga a los consejos universitarios la facultad de establecer el número de estudiantes a admitir y los procedimientos de ingreso, dejando al CNU un rol de recomendación y no de imposición.
En este sentido, la UCV ha desarrollado sistemas complementarios al SNI, como el Sistema de Ingreso por Mérito Académico y Diagnóstico Integral (Simadi) y el Programa Samuel Robinson, enfocados en promover la equidad y reconocer el talento académico.
La rectora interina de la UCV, Cecilia García-Arocha, y otras autoridades, han defendido la necesidad de mantener mecanismos de evaluación que garanticen un ingreso más justo y sustentado en el mérito. La secretaria de la UCV, Amalio Aristimuño, respondió a las declaraciones del ministro, señalando que “excluyente es no poder garantizarle al estudiante becas suficientes, acceso a servicios médicos, ni condiciones adecuadas para sostenerse en la universidad pública”. Sectores académicos advierten que la medida podría “comprometer tanto la calidad como la equidad del sistema”.
Existe un historial de intervenciones
La disputa actual no es un hecho aislado. La historia de los procesos de admisión en Venezuela muestra una creciente intervención estatal en la autonomía universitaria.
•Hasta los años 70, el ingreso a la UCV era un proceso rudimentario, basado en el orden de llegada de los bachilleres a las taquillas de inscripción.
•En 1973, ante la “masificación de la enseñanza”, el CNU creó la “Preinscripción Nacional”, que evolucionó hacia el Proceso Nacional de Admisión (PNA). Este sistema inicial utilizaba el promedio de calificaciones de educación media como el mejor predictor del rendimiento académico en la educación superior.
•A partir de 1984, se hizo obligatoria la Prueba de Aptitud Académica (PAA), que junto con el promedio de notas, conformaba el índice académico, considerado el criterio más importante para la asignación2223. Otros criterios eran el año de graduación, la regionalización y el nivel socioeconómico.
•Sin embargo, en 2007, el CNU eliminó el PNA y la PAA, introduciendo el Proceso Nacional de Ingreso (PNI) con un “Modelo Multivariado” basado en “lógica difusa y conjuntos borrosos”. Las universidades rechazaron este modelo porque casi el 40% de la información era “inauditable”, es decir, imposible de verificar. Además, se criticó que el 97.5% del índice dependía de las calificaciones, lo que lo hacía menos “multivariado” de lo que sugería su nombre.
•En 2014, una nueva propuesta oral del ministro al CNU estableció un índice con 50% promedio de notas, 30% nivel socioeconómico, 15% territorialidad y 5% labores comunitarias. Esta versión fue criticada por reducir significativamente el peso del promedio de notas, el mejor predictor académico. La información del nivel socioeconómico, obtenida por cuestionarios, era difícil de comprobar y los usuarios podían manipular sus respuestas para aumentar su puntuación. El proceso fue calificado como una “caja negra”, sin información detallada sobre la operacionalización de las variables o el algoritmo de asignación.
El contexto mayor es el de una universidad bajo asedio
La eliminación de las pruebas internas se produce en un contexto de profunda crisis que afecta la educación superior venezolana. Las universidades públicas han denunciado un déficit presupuestario de hasta el 99%, lo que ha llevado al colapso de servicios estudiantiles como comedor y transporte, y a la imposibilidad de financiar la investigación científica.
Desde 2010, el Poder Judicial ha emitido más de 50 decisiones que “violan la autonomía universitaria”, incluyendo sentencias que han usurpado la facultad de las universidades para elegir a sus propias autoridades, buscando incluir al personal administrativo y obrero en los procesos electorales en contravención a la ley.
Esto ha generado un ambiente de hostigamiento contra el pensamiento crítico y la libertad académica. Se han documentado casos de discriminación política, suspensión arbitraria de profesores, censura de eventos académicos y persecución de estudiantes y docentes que denuncian las deficiencias del sistema. La deserción estudiantil y profesoral supera el 40% y 50% respectivamente en varias universidades, con una importante fuga de talentos del país.
Hacia el diálogo o el conflicto
Ante esta situación, la UCV ha propuesto la apertura de un diálogo con el Ministerio de Educación Universitaria y el CNU, “basado en la común adhesión a los principios de equidad y calidad”, para analizar la problemática del ingreso y “alcanzar soluciones consensuadas”.
Históricamente, los núcleos de vicerrectores académicos y secretarios del CNU ya habían propuesto un “Sistema Nacional de Ingreso a la Educación Superior” que contemplaba una evaluación académica previa y cursos de nivelación para garantizar las competencias de los aspirantes.
La eliminación de las pruebas internas marca un nuevo capítulo en la tensa relación entre el Estado venezolano y sus universidades. Mientras el gobierno busca un acceso más “democrático” y libre de “corrupción”, las instituciones académicas defienden su autonomía y la necesidad de mecanismos de selección que aseguren la calidad y el mérito, en un país donde la crisis universitaria es cada vez más profunda.
Para comentar, debes estar registradoPor favor, inicia sesión